The Man with the Iron Heart (2017), "el hombre del corazón de hierro", no me ha dejado indiferente. No es una obra maestra, pero está bien realizada y ha hecho que brillen los actores, gracias al trabajo colectivo de cámara(s), guión, director... etc. Eso es el cine: un trabajo colectivo que suele basarse en una idea literaria. Esta película parte de una primera novela de un escritor de 46 años, Laurent Binet, HHhH (2010). Cuenta la Operación Antropoide, el asesinato en Praga del alto mando de las SS, Reinhard Heydrich.
La película no es solo un producto sobre la Segunda Guerra Mundial y el nazismo, un "no olvidar" la barbarie nazi. Eso es muy importante y me parece que hay que seguir haciéndolo, siempre. Pero hay más. En la película aparecen dos compromisos diferentes con el nacionalismo, y una visión renovada de la existencia de las ideologías, que nunca desaparecieron, y que tienden a regresar en situaciones similares.
Me gustaría leer la novela porque intuyo que la reflexión es más profunda. Heydrich llegó al partido nazi por deseo de ascenso social, resentido por haber sido expulsado de la marina. Se le llamó "el verdugo de Hitler" (este le llamaba "el hombre del corazón de hierro"), por la brutalidad de sus métodos, una brutalidad peligrosa donde las haya, pues el tipo era inteligentísimo, llegando, por Himmler, a convertirse en un alto mando de la inteligencia de las SS. Él estuvo a cargo de las unidades móviles de las SS, los einsatzgruppen y se nos sugiere en la película que fue el artífice de la Solución Final, tras la conferencia de Wansee en el 42; que llevaba la carpeta con la propuesta en la mano cuando fue atacado... y que entregó en mano a Himmler antes de morir de las heridas.
Los jóvenes que lo asesinaron son lo contrario. Creen realmente en sus países, en la necesidad de liberarlos del fascismo, y mueren por ello.
Creo que pasaría horas hablando de todo esto y de la película, pero me falta el tiempo y tal vez sea mejor hacerlo en otro lugar. Solo os recomiendo que la veáis. Hay un uso íntimo, "fenomenológico" de la cámara que me parece un homenaje a la vida y a la intransmisibilidad de las emociones individuales.
______________
Hay otra plasmación cinematográfica de la Operación Antropoide de 2016, titulada - magistralmente - "Anthropoid". Se trata de una coproducción anglo-checa. La cinta parece como una peli de acción, de guerra, a veces casi documental. Pero la textura de la obra es buena y quiere ser una crónica fiable de los hechos. Si "El hombre de corazón de hierro" se centraba en comprender al monstruo, "Antropoide" se centra en los héroes, y los alemanes solo aparecen torturando y dando gritos en su lengua. Hay algo que me gusta de esta película: nadie quiere llevar a cabo una acción que les va a costar la vida a ellos y a otros miles de personas (como segura represalia). Unicamente Josef Gabcík (Cillian Murphy) es capaz de llevar adelante la operación, de liderarla, aunque, irónicamente, se le encasquille la ametralladora en el momento crucial y sea el más humano Jan Kubis (Jamie Dornan) el que lance la bomba que acabará matando a R. Heydrich. La película es fría, carente de una reflexión profunda que ayude a entender tanta locura y muerte. Ni siquiera la carismática Anna Geislerová, encarnando a Lenka Fafkova, logra plasmar el carácter trágico de tantas vidas a las que se ordenó el sacrificio. Ese es un aspecto en ambas películas: recibir una orden de no se sabe quién - el gobierno en el exilio - para matar a un monstruo que será sustituido por otro y cuyo asesinato provocará una terrible venganza en la que morirán miles de inocentes. Creo que el asesinato de R. Heydrich es materia para reflexionar sobre muchas cosas. En el cine, quizás un trabajo que uniera los diversos ángulos de lectura sería más interesante. Pero el cine es un negocio y no siempre se tienen fondos para contar la verdad. La verdad de la guerra, la política, y como somos juguetes de la ambición y pulsión de muerte de otros.
(En checo.)
Comentarios